Actualmente no es sorpresa ver en las noticias un cúmulo de aspectos negativos, tanto de la sociedad, como de la naturaleza misma. Las múltiples plagas y enfermedades que aquejan al mundo, la crisis política y económica a nivel general; quisiera buscar un refugio en el lugar más escondido, donde la maldad, la corrupción, la enfermedad no hayan llegado aún.
Ante esta realidad, para no caer en depresiones, pienso, que lo mejor es vivir cada día con serenidad, dar gracias por lo que somos, por donde estamos y no hablar en negativo de las situaciones que se nos presentan;sino por el contrario, buscar siempre la ventana, el lado bueno.
Sino tenemos el valor para dejar lo que tenemos y hacemos en este momento, pues entonces disfrutemos nuestro presente sin lamentos. He conocido mucha gente que no se sienten cómodos con un estatus, un empleo, una casa, una comunidad, un país, un gobierno, y sin hablar mucho se han ido a probar suerte a otras tierras; se han arriesgado, en búsqueda de sus sueños.
El que se queda, no puede ahogarse en la amargura de no querer su presente, debe asumir con valor y agradecer por lo que es y por lo que tiene. Proyectarnos nos ayuda a decidir qué hacer con nuestras vidas, mantener una vida espiritual reconfortada, sea cual sea nuestra creencia, nos dará fortaleza.
Siempre hay algo bueno por vivir, por soñar, por disfrutar, no permitamos que los momentos buenos se nos escapen.
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